una de cantinas...

ayer por una desición de dos segundos fuí a dar a una cantina. lo peor del caso es que no solo fuí yo sino que sonsaque a dos más jeje... era el partido y necesitaba saber y ver que mi equipo podía dar un buen paso de nuevo. al calor de la emoción de los asistentes, el grupo en vivo que no estaba tocando, la michelada y la decepción por ver que no pasaba nada de nada me puse a observar y a recordar.

la idea de ser el compañero de armando para la peregrinación por las 12 cantinas más viejas de querétaro pasó de ser una de sus impensadas reacciones a toda una realidad; dicha cosa la haciamos junto con todos los demás de la oficina los días viernes a la hora de comida o por la noche al salir del trabajo.

en una cantina como la de ayer y si la música, los murmullos y los silbidos dejaran de tener sonido, tranquilamente puedes encontrar un sin fin de situaciones. allá al fondo en la mesita de la izquierda encuentras al señor que llegó ya tomado y que lleva hasta el momento en que se me ocurrió escribir esto, dos cervezas. más allá en la contraparte está la pareja que parece estar tratando asuntos en los que se balancea si seguir juntos o no, si uno o los dos han fallado, de los ratos tristes, los ratos que cortan la alegría y talvez obviamente de los ratos que los han unido cada vez más. atrás de mí esta el personaje que pasa 3,4 o 5 horas tratando de olvidar las penas que lo arrastran y en veces ha sollozado. del otro lado esta la mesita de las meseras, un grupo de 4 chavas que atienden al respetable y que aguantan los abrazos a la cadera, los "oye mi vida", los "reina, acá" y el pasón de mano en trasera sea la parte con tal de conservar un trabajo que no es de los llamados malos trabajos pero que si lleva en la profesión el tener que soportar situaciones extrañas. por allá atrás esta la barra con su cantinero como todas las fotografias de lo que es una barra de cantina, las copas chabelas, las repisas llenas de botellas a su espalda, el chaleco, el trapo para limpiar la barra y la cara seria de tener que estar aguantando y escuchando al borracho lastimero y sentimental que no deja de contarle secretos y teorias de porque las mujeres y la vida no son justas.

el ambiente de una cantina se parte siempre en varias etapas como si fuera todo un ritual inconciente; la primera donde todos somos extraños y no nos dirijimos la palabra unos a los otros pero que tenemos en común el mismo espacio; después al paso de las horas somos una comunidad donde todos nos saludamos, escuchamos nuestros comentarios (cabe decir que todos estabamos atentos al partido y eso como el comercial de cerveza: el futbol nos une) y después no falta que somos de nuevo desconocidos embroncados porque nuestras teorías sobre la evolución espásmica de los microfribras pituitarias contenidas en los globulos centro occipitales de la rana toro del ártico septentrional no son del color rojo que decimos sino del verde de los de la mesa del fondo y menos son azules marrón como dice el borracho recien llegado. pero bendito dios, la pluralidad se vale jeje.

recien termina el partido y comienza de nuevo la música en vivo con los temas exitos de los temerarios y el buki. así el dormido de la mesa cerca de la barra levanta la cara con los estragos del sueño, la marca de la mesa y la cuenta a un lado suyo invitándole a cooperar. en algún momento todos estamos en el mismo lugar cada quien llevado por su propia razón y sin ser el santuario para orar si es un espacio donde uno puede aunque esté lleno de ruidos, darse un momento para pensar. yo por ejemplo estoy con el kawuachi (homónimo del "ilustre" actor-político-deportista) y con nabor, ambos que no pensaban estar aquí pero que los he traido y no a costa de su voluntad con la finalidad de ver el partido y ya sentado observando hago cuentas y aquel que llora en la mesa de allá tomado de la botella no es tan diferente al que esta más acá peleando con su esposa-novia-amante y talvez no muy diferente a kawuachi o a nabor haciendo el paréntesis de que nosotros ni lloramos y tampoco estamos peleando con nuestras parejas(que por cierto tampoco tenemos) y en un punto yo tambien estoy cabilando y recordando, pensando en las viejas historias, las nuevas y no sé si en las que vendrán....