Por cosas que a veces uno no entiende o por decisiones tomadas después de una “sobria” meditación decidí perderme un poco; la verdad han sido días extraños y he cambiado un poco las viejas actividades. Aquellos días de buscar a las personas que eran importantes las he relegado un poco buscando cosas que necesitaba encontrar; llevo 4 meses en Mazatlán intentando lidiar con cosas que pensé había dejado poco a poco y prácticamente desde que estoy aquí he hecho lo que antes no hubiera decidido tan fácil.
Lo importante para cada uno de nosotros ronda siempre a la familia, los amigos y las personas que queremos estén junto a nosotros. De ahí habrá otras más clasificaciones y encontraremos a los compañeros de trabajo que sin ser amigos aún, si tienen un estatus de importancia en cuanto a convivencia con nosotros. Los demás serán personas que deambularan cerca o lejos de lo que somos.
Al hecho de que mi celular se ha descompuesto se ha sumado que no he querido ni comprar uno nuevo y tampoco reparar al herido. Tengo uno de esos que salen en las cajitas de zucaritas porque me ha costado $300.00 y es el que me acompaña para comunicarme egoístamente lo extremadamente necesario. Dejé de ser aquel que mandaba mensajes todos los inicios de semana porque nunca fueron contestados; dejé de llamar porque a mi nunca me llamaron; dejé de perder tiempo pensando en si había personas que se acordaran de mi en mi andar de un lugar a otro. Recordé que nunca dejaba pasar un momento para traer a la mente a personas que quiero mucho y comencé a hacerme más amargo y más sólo.
Que estoy lejos de donde están esas personas importantes pero que sin verlos nunca perdí la intención de que me encontrarán o de que supieran que yo me preocupaba por saber de ellos me ha servido para encontrar otras cosas que hacer en lugar de vivir esperando que un día alguien me llame o pregunte por mi.
En Mazatlán encontré la idea de querer compartir cosas que tengo, cosas que sé y que he aprendido; he querido encontrar la manera de sin ser conocido dejar algo en alguien…. Todo eso se me murió hoy a las 5:00 de la mañana. La cadena de consecuencias sigue sumando números a favor dejándome pensar que esto se vuelve una maldición o una estupidez completa de mi parte por intentar ir a donde no se puede o por lo menos no a donde yo puedo….
Y me siento jodido en muchos aspectos; como pilón, la consecuencia de ese sentimiento es volver siempre aquí. Donde el numero 5 no me deja vivir
Lo importante para cada uno de nosotros ronda siempre a la familia, los amigos y las personas que queremos estén junto a nosotros. De ahí habrá otras más clasificaciones y encontraremos a los compañeros de trabajo que sin ser amigos aún, si tienen un estatus de importancia en cuanto a convivencia con nosotros. Los demás serán personas que deambularan cerca o lejos de lo que somos.
Al hecho de que mi celular se ha descompuesto se ha sumado que no he querido ni comprar uno nuevo y tampoco reparar al herido. Tengo uno de esos que salen en las cajitas de zucaritas porque me ha costado $300.00 y es el que me acompaña para comunicarme egoístamente lo extremadamente necesario. Dejé de ser aquel que mandaba mensajes todos los inicios de semana porque nunca fueron contestados; dejé de llamar porque a mi nunca me llamaron; dejé de perder tiempo pensando en si había personas que se acordaran de mi en mi andar de un lugar a otro. Recordé que nunca dejaba pasar un momento para traer a la mente a personas que quiero mucho y comencé a hacerme más amargo y más sólo.
Que estoy lejos de donde están esas personas importantes pero que sin verlos nunca perdí la intención de que me encontrarán o de que supieran que yo me preocupaba por saber de ellos me ha servido para encontrar otras cosas que hacer en lugar de vivir esperando que un día alguien me llame o pregunte por mi.
En Mazatlán encontré la idea de querer compartir cosas que tengo, cosas que sé y que he aprendido; he querido encontrar la manera de sin ser conocido dejar algo en alguien…. Todo eso se me murió hoy a las 5:00 de la mañana. La cadena de consecuencias sigue sumando números a favor dejándome pensar que esto se vuelve una maldición o una estupidez completa de mi parte por intentar ir a donde no se puede o por lo menos no a donde yo puedo….
Y me siento jodido en muchos aspectos; como pilón, la consecuencia de ese sentimiento es volver siempre aquí. Donde el numero 5 no me deja vivir
4 comentarios:
¿Cinco?
por más ilógico que se escuche, 5 es un número de muchas coincidencias no muy agradables...
un número que hace mucho ha dejado de gustarme :(
como dicen uds tons
pinche 5
no te gusta el 6 ó el 12? xD
me llama la atención esdo del celular que sale en cajita de azucarita...sonó a desayunito como para ir al colegio xD
Sólo cada quien es el capitan ó Monarca de su andar..
si mona... pinche 5
aunque esta en las cosas que mas quiero.... me gusta el 7 pero en ese numero nunca he encontrado nada; todo siempre regresa a 5
tengo que aprender a pilotear esta nave o todo como desde hace mucho terminará por estrellarse
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