la noche es más fresca de lo normal deja en los lobulos una extraña sensacion de congelamiento y al compas de los sonidos chillantes del viento, estremece la piel sin dejar tiempo para pensar en lo calido que puede ser el verano alla en la tierra de origen. cada vez mas lejos de casa, la sensacion de no pertenencia se difumina y se pierde entre las diferentes ciudades y aunque la adaptacion a cada una de ellas es con mas facilidad cada vez, los tonos de piel, la fisonomia y la entrecortada y no fluida diccion ocasionada por la escases de amigos y por los enormes dias que se gastan en solitarias situaciones delatan los origenes.

cabizbajo y pensante, ha pasado todo el dia con el telefono en la mano, la llamada numero 23 al igual que las otras tantas no han sido atendidas y aunque la grabacion no ha dejado de ser la misma, es el sentimiento de impotencia el que no deja de marcar redial intentando que la maquina pueda equivocarse y de pronto el telefono de tono de servicio y al descolgar la bocina al otro lado, poder escuchar las palabras que necesita. una nueva marcación y la maquina incansable y en esta situacion invencible contesta una vez mas a la recurrente llamada con la misma grabacion de todas las veces. las primeras llamadas en dias atras se morian en el incesante sonar del telefono al otro lado del suyo,al paso de los dias el numero marcado fue desapareciendo de las listas del servicio y ante la lejanía de fuentes aun confiables que pudieran conseguir el nuevo numero, los dias fueron pasando hasta llegar a hoy.