y hui como muchas veces acostumbro hacerlo, me separe de nuevo de muchas cosas pero esta vez sin planes a futuro, màs lleno de incertidumbres que de aciertos pero guiado porque con planes o sin ellos las cosas nunca salen como uno quisiera que se dieran y es entonces que con el paso de dias y dias uno recolecta las consecuencias de las tonterias que comete. de pronto y sentado en la sala de la nueva casa como nunca deseo y si se pudiera exigirìa que uno significara para las personas que ama aunque sea la dècima parte de lo que ellas significan para nosotros pero haciendo un poco a la memoria me doy cuenta de que tan malo soy en las relaciones personales y muchas veces hecho todo a perder que en lugar de dejar cosas buenas en las personas siempre dejo un sabor de indiferencia a mis palabras y una sensaciòn de ser nada para ellas me invade por dentro cuando me doy cuenta que puedo perderme por dias sin recibir un escueto hola.
la vida le deja a uno muchas opciones por tomar pero siempre nos aferramos a la idea de ser enamorados, de querer no ser solos por el resto de los dias y que al paso de los años siempre todas las mañanas al abrir los ojos, la otra mitad de la cama se llene con las formas siempre dulces del cuerpo de esa persona por quien dariamos todo si en una encrucijada de la vida se nos pidiese. siempre tomamos por querer ser alguien especial en la vida de una persona que al prinicipio de los dias puede tener nada en comun con nosotros pero que al par de las convivencias nazcan las afinidades sin necesidad de engaños, malos intentos o acciones llevadas por desesperaciones.
soy una maraña de ausencias por espacios vacios que me han dejado personas especiales, soy una madeja de recuerdos que se enrolla cada dìa que pasa con el mismo rebobinar de sin fin de cosas y que al paso de esos mismos dias dejò de tener una forma normal y me desmorono por un costado o por otro, extraño lo que no pude y no puedo tener y no dejo de pensar en lo que tuve que no alcance a conservar, pienso en quien estuvo conmigo de miles de maneras y no supe valorar para dejarla herida por mis indiferencias y mis tontas necesidades de abarcar por ser mejor hasta donde mis brazos nunca llegarìan.. hoy entre recuerdos, ciudades nuevas y calles arizcas que no me conocen y al verme extranjero se levantan altivas a los pocos pasos que doy con la fè de que mañana las cosas podrìan ser mejores camino y me giro màs de una vez hacìa atràs engañado por las silbidos del viento donde creo escuchar mi nombre pero nadie nunca en las miles de veces que he volteado me llama.
uno entiende màs de amores cuando los pierde o los ve en las personas de enfrente, entiende lo que necesita despuès de conocerlo y se hace un adicto a los momentos de risas y de miradas que se pierden en los sentidos de la otra persona; mis sentidos que se pierden en los de ella...
me siento ajeno a la nueva oficina y aunque ellos y yo somos personas, mi condiciòn de nuevo en la ciudad y el lenguaje por màs caracterìstico me delatan; no conozco nada y las demasiadas cosas que conozco que me pueden dar un estatus màs alto de respeto no me sirven porque nadie me pregunta y màs preguntas tengo yo sobre lo que hago en este lugar ajeno por obviedad pero bloqueado por algo que no sè còmo descifrar.
meidat para mi fue una casa buena donde aprendì demasiadas cosas que me sirven donde sea que vaya, se convirtiò al primer dìa de trabajar ahì en una oportunidad por cerrar màs mi mundo con la persona que en esos dias compartìa mi vida, se convirtiò con el paso de los dias en una empresa donde podìan trabajar personas de confianza y donde mi voto por ellas era bien tomado; se volviò con el paso de los dias en un compromiso que nadie quiso tomar cuando me fuì a merida dejando amistades y cariños especiales para que al regresar no tuviera de ellos el mismo compromiso que yo les dì. meidat me regalo condiciones para crecer pero con los años me quitò personas que queria, me quito sueños e intenciones y al volver solo era para los demàs uno màs que vuelve cuando al partir el barco ha desembarcado de tierras viejas a donde tuvo que ir a hacer labor
ana laura fue compañera de escuela en la universidad y a costa de maribel nos hicimos amigos porque el trato entre ana y yo no era màs que un seco saludo de buenos dias y buenas tardes. ana era amiga de maribel y yo amigo de fernando, la amistad entre maribel y fernando era la màs cerrada y por consecuencia las relaciones entre los cuatro debìan ser cordiales. con los años y despuès que maribel dejò de tener amistad con fernando las muestras de cordialidad y amistad con ana no se perdieron y al contrario de deteriorarse crecieron demasiado.a los ultimos semestres de la carrera, ana se habìa convertido en confidente de muchas cosas e incluso de las que nunca pude decirle pero que al visitarla bastaba con platicar un poco de lo que fuera para poder desahogar lo que me comìa por dentro y nunca dejè de visitarla aunque muchas de las veces ella nunca sabìa la razòn por la que lo hacìa hasta que un dìa me mude a vivir con ella y pude conocerla un poco màs de lo que las escasas horas de la escuela y las pocas visitas despuès de egresados me dejaron ver. la historia de ana en mi vida es màs larga y extraña de lo que las otras historias que me forman se vuelven con el acumular de experiencias y nunca supe decirle lo que ella significaba para mi y hasta el dìa que dejè de verla la necesidad por pararme frente a ella me crecìa cada vez màs. aprendì a ver en los ojos de fernanda la hija de ana cosas que no veìa en ojos de otros niños, conocì a ana fernanda antes de que naciera en las tantas visitas que hacìa a ana para calmar las agruras morales, sentimentales y espirituales que siempre me comìan por dentro, tocaba el vientre de ana viendo el cambiar de su tamaño con cada una de mis visitas hasta el dìa que ella naciò y la sensaciòn que se sentìa en la mano al tocar a ana se transformo en un sentimiento especial cada vez que alzaba a fernanda.
la veìa todos los miercoles como una cita nunca agendada pero siempre vigente y de ser solo ese dìa pase a verla tambien los viernes y en ocasiones los martes, llegaba siempre a la hora de su cena y era yo quien la alimentaba, la alzaba y la dormìa para cuando su madre llegara ella estuviera tranquila recien acostada y soñando si es que los bebes alcanzan a esa edad la conciencia de producir sueños que les borran lo sucedido del dìa para enfrentar con animos el que viene y los que faltan por acomodarse. vi crecer a fernanda desde que tenìa un mes de nacida todos los miercoles que pude verla y sumados los demas dias que alcancè a visitarla e incluso el tiempo que pasè en merida cuando podìa regresar a casa la cita con ella seguìa siendo en la misma jerarquìa sin anotaciòn en agenda pero vigente y abierta a cuando pudiera verla,2 semanas antes de venir a culiacan pude verla, platicamos un poco aùn con la escasa platica que le caracteriza por lo corto de la edad, le dimos de comer a los pollos que su abuela en un mercado ha comprado y despuès de comenzar la lluvia correr a protegerlos para que la humedad y el frio no matasen uno por uno, al dìa siguiente el de la humedad en el cuerpo y de garganta adolorida era yo despuès del acto inconciente y heroico que tienes para alguien a quien quieres. imprimì una foto de fernanda que le prometì a su abuela y que no pude llevarle pero que dejè al cuidado de armando para que entregada a ana pudiera llegar. no alcancè a despedirme de ellas aùn con los intentos que el tiempo pudo permitirme por lo corto de mi nueva huida a donde ya nada se puede perder porque nada me queda, me fuì a merida lleno de planes e intenciones y las cosas no son como los planes mejores trazados las cosas te pintan y hace una semana una llamada me incitò a huir a un lugar donde no habìa planes e intenciones, donde no habìa futuros ciertos sino circunstancias ajenas a planes y trazos de mi propia vida
se extrañan y se neceistan personas que un dìa fisicas fueron y que al tocarlas pude sentir que en mi vida algo dejaban,un sin fin de personas que siempre son necesarias porque un dìa lo que me dieron me hizo sentirme adicto a su presencia y hoy poco a poco de presencias poco me queda, hoy poco a poco solo sombras y costales de recuerdos me acompañan y no dejo de ser lo tonto y malo que siempre he alcanzado a ser.
y en una madeja de historias desmoronadas mi relato se ahoga; en una madeja de sentires y pensares revuelta con manojos de sueños rotos, de personas que no vuelven y de personas que nunca estuvieron, una madeja de historias de un ir sin saber cuando regresar...
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